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icen que una sonrisa vale más que mil palabras, quizás no es así la frase original, pero para mí como odontóloga tiene mucho sentido de esta forma. Una sonrisa linda y saludable es algo más que un atributo estético, refleja felicidad y confianza, refleja salud bucal.
Nuestra boca está conformada por diferentes estructuras, entre ellas los dientes y las encías, el tener una buena salud bucal implica que todas estas estructuras se encuentran libres de enfermedades, permitiendo que la persona pueda comer, masticar, hablar, sonreír y comunicarse libremente.
Cuando una de estas estructuras se afecta, nuestra vida diaria también se ve afectada; muchas personas creen que el no tener dolor o mal aliento en la boca es un signo de salud oral, siendo esto incorrecto. La boca es una puerta de entrada a nuestro cuerpo, por lo que está poblada de bacterias, que, si no mantenemos controladas mediante una buena higiene bucal, pueden causarnos enfermedades como caries dental, enfermedad periodontal y hasta infecciones orales. La acumulación de placa bacteriana y la falta de higiene bucal pueden conducir a la formación de caries, inflamación de encías y perdidas de dientes.
Unos correctos hábitos de higiene bucal, como cepillarnos varias veces al día y pasarnos el hilo dental para eliminar la placa entre los dientes, y asistir por lo menos 2 veces al año al odontólogo para realizar limpiezas profesionales y revisiones periódicas, pueden permitirnos cuidar nuestros dientes y prolongar su vida, al mismo tiempo que mantenemos nuestra sonrisa en óptimas condiciones.
Nuestra salud bucal está estrechamente relacionada con nuestra salud general, por lo que mantener una buena salud oral también nos ayuda a proteger nuestro cuerpo y evitar un impacto negativo en el correcto funcionamiento del cuerpo, ya que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes, infecciones respiratorias y complicaciones durante el embarazo. Aquellas personas afectadas con ciertas enfermedades, como la diabetes, presentan menos resistencia para combatir infecciones, por lo que cuidar sus hábitos de higiene bucal es de suma importancia.
Nuestra salud bucal también juega un papel importante en la digestión y nutrición. Unos dientes cariados o en mal estado dificultan la correcta trituración de los alimentos, lo que afecta la absorción de los nutrientes y la digestión de estos. Tener dientes sanos nos permite llevar una alimentación equilibrada y comer nuestros alimentos favoritos. La realidad es que al mantener una buena salud oral ayudamos nuestro cuerpo a prevenir posibles problemas de salud graves.
Por esta razón, debemos conocer los signos que nos indican que no contamos con una buena salud oral, entre ellos encontramos dolor, lesiones y sangrado de las encías, inflamación, úlceras, sensibilidad. Ante cualquiera de estos signos es imprescindible agendar una visita al odontólogo y así evitar que la condición avance al punto de afectar otras áreas de la boca.
Hagamos el compromiso de mantener una correcta salud bucal, adoptando una rutina diaria de cuidado correcta y acudiendo regularmente al dentista. Recuerda que una buena salud oral se traduce en una buena salud general.
Recuerda que la prevención es la clave.
Por la Dra. Raiza Asjana